Paul es simpático, un belga con algo de catalán y residente en Madrid, regenta una acogedora chocolatería en el centro de la ciudad, Chocolala Belga. Es bonita por fuera y por dentro, pero hasta que no entras no sientes ese olor tan bueno a chocolate que lo envuelve todo.
Paul is nice, a Belgian with a Catalan touch and resident in Madrid, he runs a cozy chocolate shop in the city center, Chocolala Belga. It's a beautiful place, outside and inside, but you have to go inside to feel that chocolate smell that evolves the place.
www.chocolalabelga.com
www.chocolalabelga.com
La decoración interior del local es sencilla como a él le gusta, y como él es. Todo lo que hay dentro tiene su pasado y su propia historia, pero ahora están juntos y tienen su nueva función en Chocolala.
La lámpara es de segunda mano. La escalera donde cuelgan las chocolatinas, en sus tiempos sirvió a una compañía de telecomunicaciones. El mueble de estantes era un armario con una puerta de espejo, la puerta de espejo ya no le hace de puerta al mueble y agranda el local bajo el reloj de pared, que en su día fue de la abuela de Paul.
The decoration of the place is natural as he likes and as he is. Everything inside the shop has its own past and its own history, but now they are together and they have a new role in Chocolala.
The lamp is secondhand. The ladder was property of a telecommunication company in the past. The furniture was a wardrobe with a mirror door. The mirror door is not a mirror door anymore and now it's simply a mirror that enlarge the shop under the clock. The clock was from Paul's grandmother.
Y éstos son los chocolates que podemos comprar. ¡Deliciosos!
And these are the chocolates we can buy here. Delicious!